Piden ciudadanos un centro cultural en terreno de Coppel

Ana Luz Solís y Carola Rico

Con la propuesta de que se reunirá a los empresarios de la tienda Coppel con autoridades municipales y representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para presentar las propuestas hechas por los integrantes de Protege San Miguel, de que se construya un centro cultural o de arte en el sitio donde levantan la tienda, concluyó la reunión convocada por los ciudadanos.

Ante funcionarios municipales de Desarrollo Urbano y del Jurídico, así como el delegado estatal del INAH, Sergio Tovar y el coordinador de Monumentos Históricos del país, Arturo Balandrán, los asistentes a la reunión que se realizó en el Hotel Real de Minas, cuestionaron sobre la ubicación de la tienda, la aprobación del cambio de uso de suelo, la construcción del edificio y la “terquedad” de querer instalar la tienda en una zona que es considerada la de mayor atractivo turístico para la ciudad.

Los ciudadanos reclamaron además que la tienda Coppel es una franquicia y que las leyes impiden que se instalen dentro de la zona considerada como parte del Centro Histórico; también reclamaron el hecho de que se defiende la apertura de una tienda con venta de electrodomésticos y enseres para la casa, cuando el turismo nunca llegará a visitarla.

Tanto los representantes de las autoridades municipales como los del INAH defendieron su postura ante los cuestionamientos que hacían los ciudadanos mexicanos y extranjeros que integran la asociación ciudadana de Protege San Miguel.

Tras más de dos horas de discusión y exposición de motivos para la defensa de la zona y de la tienda, el evento concluyó con la promesa de que se discutirá la propuesta de instalar un museo, un centro artes o cultural en el lugar, y que se ofrezcan las facilidades para que la tienda se desplace a otra zona, donde también esté libre de los conflictos viales a los que se enfrentará si es que decide abrir la tienda en el lugar.

 

La reunión

 

Los integrantes de Protege San Miguel, autoridades y funcionarios del INAH fueron citados a las 11:00 de la mañana, para sostener una plática con los ciudadanos residentes y mexicanos que realizaron la convocatoria para impedir que la tienda se ubique en la calle de Codo.

El primero en hablar sobre el tema fue el director de Desarrollo Urbano, Édgar Bautista, quien expuso que fue en el año 2012 cuando los representantes de la tienda llegaron a San Miguel de Allende con la intención e instalarse en el municipio, en concreto en la zona centro, y que fueron los representantes de la pasada administración quienes les dieron el visto bueno a varios de los trámites que se requerían para comenzar los trabajos de construcción.

Destacó que el seguimiento de la tienda y su construcción continuó durante el presente gobierno, por lo que sólo se le dio seguimiento a los trámites que ya estaban en avance.

La exposición continuó con la participación de Napoleón Negrete Quintana, representante jurídico de Protege San Miguel, quien dijo que su intención es mantener en las mejores condiciones la zona considerada patrimonio de la Humanidad, y que no quieren que se ponga en riesgo el nombramiento que permite que San Miguel de Allende se ubique en un lugar privilegiado dentro del turismo nacional e internacional.

Indicó que la discusión de los integrantes de Protege San Miguel es lograr que la vida social de la ciudad no sea saturada con la instalación de comercios y evitar a toda cosata que el Centro Histórico se convierta en un Mall.

“Ya en estos tiempos es necesario que se descongestione el tráfico vehicular del centro histórico, que se preserve y mejore el lugar, y que se muevan los comercios que lo dañan. Ya es hora de ampliar la zona de protección de patrimonio, así como la ampliación de la zona de zona peatonal”.

Una de las peticiones concretas que hicieron a los funcionarios fue: que se revoque el permiso para instalar la tienda y se amplíe la zona de protección  por parte de las autoridades federales.

El siguiente turno fue  el coordinador nacional de Monumentos Históricos, Arturo Balandrano, quien  les aclaró a los asistentes que la construcción de Coppel está fuera de la zona protegida y que el inmueble que fue derribado no era considerado por el INAH como catalogado, sino que formaba parte de los edificios que se construyeron en el siglo XX.

“Nosotros como INAH tenemos, en este caso,  la responsabilidad moral y legal, porque no tenemos injerencia para intervenir, aún así trabajamos de la mano con autoridades, constructores y empresarios para proteger el resto de los edificios, por lo que se les hicieron varias peticiones para evitar daños en las paredes de los edificios colindantes”.

El delegado estatal del INAH, Sergio Tovar, destacó que fue en el año 2012 cuando se recibió el oficio para comenzar la construcción de Coppel y que al revisar las especificaciones y el proyecto, no encontraron anomalías, por lo que no vieron objeción para que se comenzara la edificación.

Luego de la exposición de motivos, cuestionaron a los funcionarios sobre los permisos y cómo es que se permitió la instalación de la tienda, que no tiene que ver nada con el turismo que tiene San Miguel, en una zona tan conflictiva en la vialidad y en la zona que da la primera vista lo que es el Centro Histórico de la ciudad.

Reclamaron también que no se haya hecho una consulta ciudadana para saber si estaban o no deacuerdo con la instalación de la tienda y que todo parecía que se había hecho “en lo oscurito” para que los ciudadanos no tuvieran tiempo para reclamar.

Tras responder los cuestionamientos de los ciudadanos, quedaron de sondear la polsibilidad de que los empresarios cambien de opinión y acepten reubicar la tienda para que tanto ciudadanos como los empresarios, no tengan problemas a futuro.

 

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