En el Día de Todos Santos recuerdan a Chavita, el pequeñito que fue asesinado en San Miguel de Allende

Redacción

newssanmiguel@gmail.com

 

SAN MIGUEL DE ALLENDE.-  En el corazón de San Miguel de Allende se guarda el recuerdo imborrable de un angelito: el pequeño Chavita.

Con tan solo un añito de vida, Chavita se convirtió en una víctima más de la violencia y la inseguridad que afecta a la ciudad y a Guanajuato.

Fue el pasado 3 de mayo, un día en que se festejaba el Día de la Santa Cruz, cuando Chavita y su padre emprendieron un sencillo viaje en su camioneta desde la colonia San Antonio hacia su hogar, con la única intención de detenerse a disfrutar de unos tacos. Pero en el transcurso de ese breve trayecto, sus vidas se vieron cambiaron de la manera más trágica e incomprensible posible.

Un hombre armado les arrebató la paz y la inocencia en un abrir y cerrar de ojos, disparando contra la camioneta en la que viajaban.

El primer balazo alcanzó al pequeño Chavita, mientras su  padre, en un acto por protegerlo, se arrojó sobre él para protegerlo, recibiendo varios disparos en su brazo. Su muñeca quedó destrozada, su hombro herido, pero eso no le impidió luchar por la vida de su pequeño.

Con su mano herida y sangrante, con la muñeca hecha pedazos, ese padre condujo la camioneta hasta la Cruz Roja del Libramiento, donde buscó ayuda para el pequeño Chavita. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de los médicos, nada pudieron hacer por Chavita, y su vida se apagó en medio de cuidados médicos, dejando un profundo luto en el corazón de todos los que conocen esta desgarradora historia.

Hoy, Chavita es recordado con un amor inmenso en su familia, pero también con un dolor tan grande que no hay palabras para describirlo, pues cuando un padre o una madre pierden a su hijo, ni siquiera existe un nombre para describir el sufrimiento que se siente.

Chavita, pequeño guerrero, tu corta vida nos dejó una lección dolorosa sobre la urgencia de un cambio. Descansa en paz en un lugar libre de violencia y miedo, donde tu sonrisa brillará eternamente.

Tu memoria será un recordatorio constante de que debemos unirnos como comunidad para construir un mundo más seguro y amoroso, donde ningún niño o familia deba enfrentar el horror de la violencia.

 

 

El bebé Chavita y Mauricio, las 2 víctimas de las balas en San Miguel de Allende

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