Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.- En la madrugada de este sábado 6 de enero del 2024, un suceso desgarrador marcó la celebración de la Noche de Reyes para una familia sanmiguelense, luego que u par de ladrones, asaltó a dos mujeres que fueron «con los Reyes» por el regalo del más pequeño de la familia.
Fue a la altura del estadio de beisbol Stirling Dickinson donde dos motoladrones, a bordo de una cmotociclegta color negra, con una placa que termina con la letra K y uno de los ladrones a los que su compañero llamó «Frank», quien amenazó a las 2 mujeres que volvían con el regalo de un niño, les quitó la cartera, teléfonos y también la tablet que habían adquirido con mucho esfuerzo.
El anhelo de un niño por su tablet, expresado con inocencia y emoción, se vio truncado por la cruel realidad de un asalto perpetrado a los propios Reyes Magos.
El destino, sin embargo, les tenía preparada una experiencia amarga. Al regresar a casa tras conseguir los regalos, fueron asaltadas por dos individuos a bordo de una motocicleta.
En su relato lleno de impotencia, una de ellas describió a uno de los asaltantes como un joven vestido con pantalón de mezclilla y chamarra negra, montado en una moto negra y con un casco que dejaba entrever su tono caucásico.
Su cómplice, un hombre alto y delgado, vestía jeans y una chamarra amarilla, al cual se refirieron como «Frank». Este cruel episodio, más allá de la pérdida de pertenencias materiales, dejó a un niño sin su regalo de Reyes y a dos mujeres marcadas por el temor y la vulnerabilidad.
La narración detallada del asalto revela la crudeza de la situación, donde los ladrones, lejos de respetar la tradicional noche dedicada a la ilusión de los niños, optaron por la violencia y el despojo. La tablet, símbolo de alegría para el pequeño, se convirtió en la víctima silenciosa de la inseguridad que afecta a la sociedad.
El llamado de atención para tener cuidado resuena en cada palabra, recordándonos la importancia de la solidaridad y la conciencia colectiva para construir un entorno seguro para todos.
Que esta historia sirva como testimonio de la necesidad de trabajar juntos para crear un ambiente en el que la noche de Reyes y la inocencia de los niños estén protegidas de las sombras de la violencia.
